lunes, 13 de septiembre de 2010

Jódete y Amén

A ver, tú, que eres el todo poderoso
a secas, sin tanta palabrería
devórame los ojos, haz sopa con ellos
y déjame ciego ante los recuerdos

Muchos te piden frugalidades
yo te pido automasacre
a muchos no les das ni tu mierda sagrada
y no sé que diablos espero con esto


Tal vez desahogarme, sí, es solo eso
un desenvolver de impotencia, de tirria
pues mi mortalidad no da para más:
Sueños, sueños, asquerosos sueños!

Allí te veo sentado, como el estúpido del día
día a día, por los siglos de los siglos... ¿Amén?
Con las llaves resolutorias, con la salida...
meneas el llavero en tus dedos, y no haces nada.

La gente mira mis ojos taciturnos
y me preguntan por qué la vista rojiza
y ya no sé qué idear para no contestar
que soy hombre y lloro desolado en un sofá

Bueno, sí, seamos traslúcidos y honestos
tu boleto seráfico no tiene retorno, cierto
pero si no va a regresar a mí, llévame
dame tu cartulina soberbia, licénciame

Ya no sé ni por qué seguir redactando líneas
como costumbre irrascible... siempre de madrugada
lo notas, ¿verdad?

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